MARCHAMALO, JESUS
Cuando murió Julio Cortázar, en su casa de la Rue Martel, en París,quedaron algo más de cuatro mil quinientos libros que su viuda, Aurora Bernárdez, donó a la Fundación Juan March en 1993.áSon libros, lamayoría de ellos leídos y releídos, dedicados y subrayados, concomentarios, notas y dibujos que nos descubren a un lector apasionadoque dialoga con los autores a los que lee, y a quienes felicita o, con frecuencia, expresa su discrepancia.áSi los libros, como decíaMarguerite Yourcenar, son la mejor manera de conocer a unapersona,á"Cortázar y los libros"átraza un original retrato delescritor a través del rastro que dejó en sus lecturas.