TEY, JOSEPHINE
Londres, años treinta. Una larga cola frente al teatro Woffingtonespera impaciente para ver la comedia musical del momento. De pronto,un hombre parece desmayarse en medio de la multitud. Es Bert Sorrell,un joven corredor de apuestas, y acaba de ser apuñalado por la espalda con una fina daga. Ni el estado de shock de la señora Ratcliffe,testigo más próxima a la víctima, ni el té en el camerino de laencantadora Ray Marcable, estrella del musical, ni las alocadasteorías anarquistas de la señora Field, casera de Alan Grant, parecenarrojar luz al caso. Y sin embargo nuestro intuitivo inspector deScotland Yard ya tiene a su culpable: se trata de Jerry Lamont, mejoramigo de Sorrell, un hombre de aspecto extranjero que huyóprecipitadamente de la cola el día de autos y cuya pista se sitúaahora en un pueblecito de las Highlands. Con su traje de pesca en lamaleta a modo de camuflaje, Grant se sube al primer tren rumbo aEscocia dispuesto a cazar a su asesino y a disfrutar después de unaplacentera jornada de pesca. Pero no es oro todo lo que reluce, ypuede que este caso tenga algún que otro cabo suelto que atar (y másde