CANOSA MARÍA
Cuando la intranquilidad y la desazón nos ahogan, querríamos, en un impulso, darle la vuelta al mundo. De la misma manera que las aguas tranquilas del río rechazan a los árboles. Y sus raíces miran al cielo, mientras las palabras vuelan ligeras y los pensamientos giran alrededor de ellas. Pero el tiempo todo lo sosiega, devolviéndonos los días de rutina acogedora